Dolor de espalda en gente joven

El dolor de espalda (tanto de la zona lumbar, como de la parte media de la espalda o el dolor de cuello) es muy frecuente en pacientes de todas las edades, incluso jóvenes. Aproximadamente 1 de cada 3 jóvenes cada mes presentará dolor de espalda, por lo que es probable que usted o algún conocido haya tenido dolor de espalda. Sabemos que el dolor de espalda es más frecuente con la edad, con esto queremos decir que es más habitual que haya más adolescentes de 17 años que hayan sufrido dolor de espalda que niños de 9 años.

Su espalda está compuesta por varias partes como huesos, discos intervertebrales, articulaciones y músculos y cada una de estas partes puede provocar dolor. Si tiene dolor de espalda, debería consultarlo con su médico. En general, su médico comprobará que la causa de su dolor de espalda no sea nada grave; la buena noticia es que los casos graves no son habituales. Sabemos que cuando el dolor NO está provocado por ninguna afección médica grave, es seguro seguir moviéndose y haciendo vida normal como ir al colegio, hacer las tareas diarias o los deberes.

Aunque algunas de las actividades diarias como ir al colegio, hacer las tareas de casa o realizar deporte puedan parecerle difíciles, es importante que siga haciendo el máximo de “actividades normales” posible. El motivo para ello es que estas actividades garantizan que sigue ejercitando sus músculos para que no se agarroten y puede seguir saliendo, viendo a sus amigos y manteniendo una vida activa. Por supuesto, si le duele la espalda es posible que necesite cambiar la manera de hacer sus actividades diarias. A continuación mostramos algunos ejemplos de actividades que forman parte del día a día habitual de un joven y distintas maneras de seguir haciéndolas. Por último, es importante destacar que el reposo en la cama no ayuda a reducir el dolor de espalda, ¡así que siga moviéndose y verá que cada día puede hacer un poco más que el anterior!

Su estado de ánimo, sus sentimientos y sus pensamientos pueden hacer que su dolor de espalda mejore o empeore. Por ejemplo, si está triste, estresado o ansioso, su dolor de espalda puede empeorar, mientras que si mantiene una actitud positiva, tener la información necesaria sobre su dolor de espalda y tratar de seguir con su día a día, puede hacer que su dolor de espalda mejore. No es bueno centrarse en el dolor. Piense en la última vez que se golpeó el dedo del pie, dolía muchísimo, pero en cuanto siguió con su vida normal y se centró en otra cosa, el dolor disminuyó. ¡Lo mismo sucede con el dolor de espalda!

Todo lo que sabemos sobre el dolor de espalda y su duración proviene de estudios realizados en adultos, pero no creemos que sea muy diferente para los jóvenes. El dolor de espalda suele desaparecer bastante rápido en la mayoría de casos (en 1 o 2 semanas) y estas personas se recuperan por completo. Algunas personas puede que tarden más en recuperarse y es posible que necesiten más ayuda de su médico.

Es importante ser consciente de que el dolor de espalda es un problema “recurrente”, lo cual significa que es bastante habitual que las personas (incluso los jóvenes) que han padecido dolor de espalda vuelvan a tenerlo en un futuro. Esta es la naturaleza del dolor de espalda pero tener más información sobre el dolor de espalda (como, por ejemplo, saber que mejorará rápido y que puede que vuelva a aparecer en un futuro) puede ayudarle a preocuparse y asustarse menos cuando le duela la espalda.

Sabemos que cada persona es diferente pero hay algunas características de una persona que pueden hacer que sea más propensa a tener dolor de espalda. Algunas de las características que pueden hacer que una persona tenga más probabilidades de tener dolor de espalda son ser alto, ser muy activo, ser fumador o tener un estado de ánimo negativo (como estar muy triste o ansioso). Se han barajado muchas otras características (como antecedentes de lesiones o dolor corporal o el trabajo de sus padres) pero todavía no sabemos con certeza si estos factores aumentan o no las probabilidades de padecer dolor de espalda.

La mayoría de personas no necesitan someterse a radiografías o tomografías, pero su médico (o el profesional sanitario) es la persona más adecuada para decidirlo. Su médico valorará si es necesario realizarle una radiografía tras haberle planteado varias preguntas sobre su espalda como cuándo y cómo empezó el dolor o qué hace que empeore o mejore su dolor de espalda. También es posible que el médico le analice la espalda para observar los movimientos y qué le provoca dolor. La mayoría de personas no requieren ninguna radiografía ni tomografía porque, en general, estas no ayudan a identificar la causa exacta del dolor ni pueden ayudar a decidir qué tratamiento necesita (en caso de que necesite algún tratamiento).

Se ha comprobado que los programas de ejercicios de los fisioterapeutas ayudan a mejorar el dolor de espalda, en comparación con no recibir ningún tratamiento. El programa debe incluir ejercicios de fuerza, flexibilidad y aeróbicos durante 8 semanas y puede que incluya un programa de ejercicios para realizar en casa. Sin embargo, como el dolor de espalda de la mayoría de personas mejora con bastante rapidez, es probable que estos tipos de programas de ejercicios sean más útiles para quienes tengan un dolor prolongado. Hay muchos otros tratamientos que pueden usar los fisioterapeutas, pero aún no sabemos con certeza si ayudan a mejorar el dolor de espalda.

Las intervenciones quirúrgicas solo son necesarias en contadas ocasiones para la gente joven cuyo dolor de espalda tiene un origen específico. Su médico es el más indicado para hablar acerca de su dolor de espalda y evaluarlo. Puede preguntarle a su médico todas sus inquietudes sobre su espalda o cualquier cosa que le preocupe o le asuste.