La médula espinal es una estructura rellena de una sustancia suave que se encuentra recubierta por los huesos de la columna vertebral y se extiende desde la base del cerebro hasta la mitad de la espalda. Está formada por nervios, vasos sanguíneos y líquido cefalorraquídeo. Los nervios transmiten señales desde el cerebro hasta el resto del cuerpo y viceversa.
Las lesiones de esta frágil estructura pueden ser mortales y deben tratarse con urgencia. La causa de lesión más frecuente es la lesión traumática. Pueden darse también causas no traumáticas como hematomas epidurales (coágulos sanguíneos), tumores/metástasis de la columna vertebral y abscesos epidurales.
Causas
Los cambios funcionales tras un traumatismo en la columna vertebral pueden ser complejos. Una lesión en la columna puede tratarse de una fractura de las vértebras o de las articulaciones cigapofisarias o bien de un desplazamiento de los discos intervertebrales y los ligamentos que le rodean. La inestabilidad vertebral resultante puede añadir presión a la médula espinal y provocar un desgarro de los nervios y los vasos sanguíneos. El daño provocado en los nervios y la pérdida de flujo sanguíneo pueden desencadenar una respuesta inflamatoria que puede extenderse a muchos niveles por encima y por debajo del lugar en el que se produjo la lesión. El 20% de las lesiones traumáticas se producen en la zona del cuello. En algunos estudios recientes se ha demostrado que alrededor de 15 personas por millón en Europa sufren compresión medular traumática, principalmente hombres jóvenes. Los accidentes de coche o moto y deportivos suelen ser las causas principales de este traumatismo.
Los tumores o metástasis de la columna vertebral también pueden provocar compresión de la médula espinal. El 60% de las metástasis de columna vertebral se producen en la parte superior de la columna (torácica). Se ha observado que los cánceres de mama, próstata y pulmón son los más frecuentes.
Una infección bacteriana alrededor de la médula espinal puede pasar desapercibida durante semanas y los síntomas resultantes de la compresión de la médula espinal pueden presentarse de manera repentina. Los factores de riesgo para la formación de abscesos son diabetes, insuficiencia renal, supresión del sistema inmunitario, uso de drogas intravenosas y abuso de alcohol. Las intervenciones quirúrgicas previas son también un factor de riesgo.
Los hematomas epidurales pueden surgir a raíz de una lesión traumática o de manera espontánea en pacientes con problemas de coagulación o en pacientes que reciben un tratamiento anticoagulante de larga duración.