¿Dónde se produce?
La parte baja de la columna vertebral, en la parte posterior entre las costillas y las caderas, se denomina columna lumbar. Está compuesta por 5 huesos llamados vértebras separados por un cojín entre cada uno de ellos. Estos cojines, denominados discos intervertebrales, absorben los impactos que se producen al andar o correr para que los huesos no choquen entre ellos.
La columna lumbar cuenta con unos ligamentos que la mantienen en su lugar, así como músculos unidos por tendones. En el centro de cada vértebra se encuentra la médula espinal desde la que se extienden los nervios hacia ambos lados de la columna.
La parte inferior de la espalda o zona lumbar tiene varias funciones importantes para el cuerpo humano. Algunas de estas funciones son el apoyo estructural, el movimiento y la protección de algunos tejidos corporales.
Al ponerse de pie, la columna lumbar sostiene el peso de la parte superior del cuerpo. Al inclinarse hacia delante o hacia atrás o rotar la cintura, la columna lumbar participa en este movimiento. Por ello, los daños en las estructuras importantes para el soporte del peso, como los huesos, músculos, tendones o ligamentos vertebrales, suelen detectarse cuando el cuerpo está en posición erguida o al realizar ciertos movimientos.
¿Qué es?
La lumbalgia es un término que describe el dolor que se presenta entre las últimas costillas y la parte inferior de las nalgas y que dura unos días o semanas.
El dolor de espalda puede variar. Puede ser intenso o punzante. Puede ser sordo, vago o como un calambre. El tipo de dolor dependerá de la causa subyacente de su dolor de espalda. El dolor de espalda es un síntoma y sus causas pueden ser varias.
Lumbalgia aguda
Aproximadamente un 80% de personas padecerá lumbalgia en algún momento de su vida. La mayoría del dolor lumbar agudo es, en muchos casos, resultado de un esguince o distensión simples de la espalda. Los esguinces están provocados por un sobreestiramiento o desgarro de ligamentos y las distensiones son roturas de un tendón o músculo. Ambos pueden producirse al realizar una torsión o levantar algo de mala manera, al levantar un peso excesivo o al estirar demasiado. Estos movimientos también pueden provocar espasmos en los músculos de la espalda, que también pueden ser dolorosos. En la mayoría de casos, el dolor de espalda mejorará por sí solo en unas semanas o con ejercicios y un tratamiento fisioterapéutico para volver a recuperar algunos músculos.
Lumbalgia crónica o persistente
La mayoría de las personas se recuperan con relativa rapidez de un episodio de lumbalgia, pero hay personas que siguen sintiendo dolor durante meses o años. En las investigaciones se ha observado que en la mayoría de estos casos no existe ninguna lesión nueva en la espalda. Las personas con dolor crónico suelen encontrar dificultades laborales, familiares y a la hora de realizar actividades sociales y la lumbalgia crónica se considera una causa importante de invalidez en todo el mundo. Esto no significa que los pacientes no puedan aprender a sobrellevar su dolor, como verá en el apartado de tratamiento.
Se sabe que algunos factores en las fases incipientes de la lumbalgia están asociados con una probabilidad más alta de que se convierta en un dolor persistente.